NFTs, ¿el nuevo arte o timo digital moderno?

Esta última semana se ha puesto de moda el tema de los NFT (non-fungible token o token no fungible) desde la venta por parte del artista digital Beeple de una obra de arte digital transformada en NFT por 69 millones de dólares en una subasta de arte digital en Christie’s. La subasta era la primera de arte totalmente digital que organizaba Christie’s.

A partir de esta venta ha surgido toda una discusión sobre el arte, las autentificaciones, el coste ecológico de las criptomonedas y si los NFTs son un timo o no.

Un NFT es parte de una cadena de bloques o un blockchain. Básicamente un NFT es un diccionario de una cadena de bloques. En ese diccionario dice la obra, el autor y un enlace al archivo donde se encuentra esa obra. Ese diccionario se conserva en una cadena de bloques y esto sirve para autentificarlo.

La mayoría de los NFTs que se hacen actualmente están en la cadena de bloques o blockchain de Ethereum. Ethereum es una blockchain que se usa para diferentes usos, entre ellos la criptomoneda del mismo nombre.

Para poder hacer NFTs tienes que hacerlo mediante un certificador autorizado, básicamente una empresa que te autoriza a meter esos NFTs en la cadena de bloques.

Los NFTs más famosos son los Cryptokitties, gatos virtuales vendidos con criptomonedas en un juego virtual.

Como podéis comprender a raíz de la venta de Beeple en Christie’s ha surgido una industria de certificadores de NFTs y de artistas convirtiendo sus trabajos en NFTs. En el estado español, el youtuber Willyrex fue el primero en anunciar que vendería una colección de NFTs.

Pero un NFT no deja de ser una autentificación de una obra digital, pero al ser una obra digital, la gente se pregunta qué es lo que se está comprando realmente. Ya que una obra digital, todas sus copias son exactamente iguales. No se compra un soporte o un objeto tangible como en el caso de una obra de arte, si no un enlace digital a una obra tal y como el artista quiere que sea.

Esto ha generado polémica ya que al ser obras digitales, todas sus copias son idénticas. En mi opinión pagar un alto precio por un NFT no se puede deber más que a la especulación ya que un activo digital es lo más barato posible ya que si se puede producir más barato siempre habrá quién lo venda a menor precio.

Además de esta polémica ha surgido otra a costa del coste ecológico de las criptomonedas, debido a que los NFTs usan la red Ethereum para autentificarse. Las criptomonedas usan una gran cantidad de energía para su mantenimiento, afirmando muchas fuentes que las criptomonedas usan más energía que Argentina para funcionar.

Los NFTs han venido para quedarse, aunque el tiempo pinchará la burbuja actual y hará que coticen en precios realistas.

Para finalizar, el New York Times vendió un artículo como NFT por 560.000 dólares. En el NFT no se incluía ni los derechos de autor ni de reproducción del texto, sólo un enlace a una imagen con el texto del artículo.

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